El domingo día 11 de enero Alberto cumplió 18 años. Para la mayoría de los jóvenes alcanzar la mayoría de edad es un motivo de celebración y alegría, por llegar legalmente a la edad adulta y adquirir una serie de derechos y responsabilidades nuevos.
Nosotros queríamos que esta fecha no fuera un cumpleaños más, queríamos que por una vez Alberto se sintiera el protagonista del día, como lo sienten otros niños en su Primera Comunión, el día de su graduación o en otros momentos importantes. Así que decidimos organizarle una fiesta. Una fiesta en la que estuvieran todos aquellos que de una manera u otra han formado parte de su vida, se han interesado por él y le han demostrado su cariño. Una fiesta en la que nuestro ángel se sintiera arropado por aquellos que han vivido junto a nosotros los momentos bonitos y duros de su vida.
Elegimos para ello un lugar precioso y preparamos algunos detalles que hicieran que la celebración fuera nuestra, personal ,y que nos permitiera guardar bonitos recuerdos de ella.
Nuestra familia y nuestros amigos no nos fallaron y nos acompañaron en un día tan especial. Con su cariño hacia Alberto, con su alegría, con su presencia, nos demostraron que no estamos solos, que, como le dijeron mis sobrinos, ellos son y serán sus alas.
Fue un día precioso, cargado de buenos momentos.
Hoy mi trocito de cielo es una cariñosa dedicatoria a todos los que estuvisteis allí e hicisteis que Alberto disfrutara y se contagiara de vuestro buen humor, vuestras sonrisas y vuestro amor. ¡¡GRACIAS!!
Los pequeños detalles:
- El árbol de los deseos. Los invitados escribieron sus felicitaciones a Alberto y las colgaron en el árbol.
-Las bolsas de chuches para los niños.
- El álbum de los recuerdos.
Colocamos fotos de la vida de Alberto en las que salía con sus invitados.
-La distribución de los invitados en las mesas.
-La decoración del salón.
La llegada de los invitados:
La celebración:
Los delantales del cumpleaños.