jueves, 24 de julio de 2014

Detalles de ángel

La vida se viste con pequeños detalles, se alimenta de los gestos que los demás tienen con nosotros, pero sobre todo, se llena con los que nosotros tenemos hacia los demás. Una sonrisa, una palabra de ánimo, un apretón de manos...puede hacer que todo cambie, puede marcar la diferencia.
Vivimos tan absortos en nosotros mismos que son pocas las veces que nos preguntamos cuáles son las necesidades de los que viven a nuestro lado; tan preocupados estamos de resolver nuestros problemas, de superar el día a día, de vencer nuestros miedos, que hasta nos creemos con más derechos que los demás para recibir atenciones o ayuda. No nos damos cuenta de la felicidad que genera el simple hecho de pensar en alguien y ofrecerle un pequeño detalle. Y no me refiero a un detalle material, sino a un gesto que haga saber al otro que cuenta contigo. Si esa pequeña acción supone un esfuerzo o sacrificio para ti y, sin embargo, te produce una extraña sensación de bienestar, la recompensa es aún mayor. Cuando la persona que recibe un detalle de ti se da cuenta que has pensado en ella, se sentirá valorada y amada. ¿Puede haber mejor regalo?
Son muchos los que, por miedo a que su gesto no sea gratificado, no se plantean actuar de este modo y pierden así la oportunidad de un momento de felicidad.
No es necesario tener que agradecer al otro algo para tener un detalle, podemos tenerlo simplemente porque sí, porque queremos hacer que la otra persona se sienta un poco más feliz; esos pequeños gestos tienen un gran valor para el que los recibe si salen del corazón.
 
Este verano hemos recibido uno de esos pequeños obsequios, en este caso, para nosotros y, sobre todo, para Alberto, ha sido enorme. Nuestros amigos sabían de las ganas que teníamos desde hace tiempo de pasar con ellos unos días de vacaciones, pero las fechas nunca coincidían. Cuando ya llevábamos un par de días en la playa nos dieron una preciosa sorpresa y sin avisar, se presentaron allí. Lo habían organizado todo sin decirnos nada, hasta nos hablaron de que este año viajarían a otra zona, así que nuestra alegría al verlos fue enorme. Pero el que más lo agradeció fue Alberto, a quien le encanta estar con ellos, y ha disfrutado mucho. Su sonrisa lo dice todo.

 La gente generalmente olvida las palabras, las promesas se pierden en el tiempo; lo que siempre permanece es cómo  te hicieron sentir.









 
 
 Mi trocito de cielo se va hoy al cine con "La cara oculta" un thriller psicológico de Andi Baiz, protagonizado por Quim Gutiérrez y Clara Lago. No os pongo ningún tráiler, porque destrozan un poco el misterio de la película. Espero que os guste tanto como a mí.